En este post vamos a hablar un poco sobre cómo trabajar con los espíritus de la Naturaleza.
Antes de nada, tengo que señalar que esta forma de ver y entender el entorno, tiene que ver mucho con el animismo.
Animismo: creencia de que objetos y elementos del mundo natural están dotados de vida, alma o consciencia.
Partimos de cada elemento, tiene su propio espíritu, el cual le dota de vida y consciencia.
En el caso de los seres vivos (animales, vegetales, hongos...) nos es más fácil comprender esta idea. Pero en este caso no estamos hablando de la vida en el sentido biológico, si no del plano espiritual.
Personalmente lo entiendo como ese espíritu que reside en cada elemento (vivo o no) y que forma parte del Otro Lado. En este plano es donde se da la consciencia de sí mismo y donde reside su magia. Cuando queremos contactar con un espíritu aliado, no lo hacemos desde este plano (como cuando hablamos con una persona), si no que lo hacemos desde el plano espiritual (a través de meditación, oráculos, sueños, trances...).
Os pongo a continuación algunos puntos importantes a tener en cuenta en este tema, al menos para mí.
Cada espíritu es individual e independiente. Tiene su propia forma de trabajo y personalidad.
Sus propiedades físicas, medicinales y el lugar donde habitan influye en la personalidad espiritual.
No responden a estructuras antropocéntricas, por lo que no están "por debajo" del ser humano.
Tienen libre albedrío, por lo que pueden decidir si ayudarte en tu camino o no.
El espíritu puede tener diferentes orígenes (antiguos ancestros de ese territorio, elementales, alma, deidades...) Todo depende de lo que sea y como se haya creado. No es lo mismo una muñeca de Lughnasadh en la que habita el espíritu de la última cosecha, los genios que habitan el fuego o el espíritu que reside en un roble.
Pertenecen al plano espiritual, a la Otredad, por lo que usaremos este plano para comunicarnos con ellos y aprender su lenguaje.
La alianza se tiene que forjar, crear un vínculo. No a través de la exigencia.
No responden a juicios humanos muchas veces, por lo que su manera de hace las cosas no tiene por qué coincidir con etiquetas sociales o atender a nuestra ética y moral.
Cómo empezar a trabajar con los espíritus aliados
Cada persona tendrá su forma de trabajo, pero os quiero dar algunos consejos o tips que os pueden ser de ayuda para empezar en este camino.
Por supuesto, es algo que hay que hacer con consciencia y respeto.
Para los ejemplos voy a utilizar las plantas, pero es extrapolable a cualquier otro elemento.
1. Elegir un aliado para empezar en lugar de muchos.
Os será más fácil crear vínculo si podéis prestar toda vuestra atención a un objetivo en lugar de a varios. Para escoger el primer aliado, sugiero que sea alguno que tengáis cerca y se encuentre en vuestro entorno. Puede que sea muy llamativo trabajar con, por ejemplo, plantas de gran fama (Belladona, Sauco, Loto...) pero es mejor empezar por lo sencillo. Os recomiendo que encontréis, en el caso de las plantas, alguna que podáis ver en su entorno natural y cercano a vuestra casa. Esto hará que no os de pereza moveros a la hora de trabajar con ella.
No hay una duración exacta para trabajar con un aliado, todo depende de la profundizad que se quiera conseguir, pero si es algo que debe mantenerse un tiempo. Las relaciones no se forjan de la noche a la mañana. Un ciclo lunar (28-29 días) me parece una buena opción. Según avancéis, podréis trabajar con varios aliados por ciclo. Obviamente esto es a vuestra elección.
2. No condicionarse.
Dejad que llegue lo que tenga que llegar. No idealicéis una situación, penséis cómo debería ser la relación con el espíritu o que mensajes puede dar. Cuanto más abiertos estéis a recibir, menos se mete la mente y más fácil es conectar.
3. Trabajar todos sus aspectos y planos.
Muchas veces trabajamos solo el plano espiritual o una parte de este (sus propiedades mágicas) o el plano físico (uso medicinal).
Para forjar una relación es importante conocer todos sus aspectos.
Un ejemplo tonto pero práctico: queremos hacernos amigos de Roberto, que es médico. Si solo llamamos a Roberto cuando nos encontramos enfermos, generaremos una relación profesional, no amistad. Otra opción es que solo llamemos a Roberto cuando tenemos un problema, o estamos tristes. Roberto se cansará de que solo le llamemos cuando necesitamos algo y nunca para ver qué podemos hacer por él.
Con los aliados ocurre igual. Nos interesaremos por su parte física (anatomía de la planta, la cual nos da muchas claves), su hábitat y dónde crece (especialmente útil para saber qué necesita), propiedades medicinales (plano físico), propiedades mágicas (no como verdades absolutas, si no para entender como la han percibido otros antes que nosotros y apoyarnos en ello). Y por último y creo que lo más importante, conectar con su espíritu y escucharla. No imponer lo que quiero de ella, más bien ver qué me ofrece y en qué me puede ayudar. Os sorprenderá lo profundo que puede ser.
Del mismo modo intentad trabajar con este aliado viéndolo en su entorno sin arrancarlo, seco... Aquí dependerá mucho de con qué estéis trabajando, pero intentad conocerlo lo máximo posible.
4. Métodos de contacto.
No hay un único método, pues dependerá de lo que más dominéis. Os voy a dejar algunas opciones que os pueden ser de ayuda, pero buscad la forma más cómoda y probad diferentes métodos. Puede variar la fluidez de un aliado a otro.
- Sueños: si es un campo que trabajáis habitualmente, pedir que se comunique a través de los sueños puede ser una opción. Se puede poner bajo la almohada la planta, mineral o una palabra con su nombre si no tenemos algo físico.
-Meditación: siempre es buena opción, especialmente si es una técnica que usáis a menudo. Meditar en el lugar donde se encuentra, con el aliado entre las manos... puede ser una vía para recibir información.
- Trance: inducirnos un pequeño trance, por ejemplo a través del sonido de los tambores, y ver que información nos llega. Está técnica puede combinarse con otras.
- Canalización: por ejemplo a través de los Registros Akáshicos si sabéis, escritura automática, pintura canalizada... Aquí hay un amplio abanico que os puede ser de ayuda.
- Con herramientas de adivinación: por ejemplo usando el péndulo, runas o cartas para establecer diálogo de una forma más visual
5. Ofrendas.
Obviamente en una relación hay que dar y recibir. Para ello podemos hacer ofrendas al espíritu con el que trabajamos. Lo ideal es preguntarle que le gusta y qué podemos hacer por él pero os doy algunas ideas.
- Limpiar la zona donde crece si vemos que hay basura cerca
- Ofrecer agua, especialmente en tiempos de sequía
- Un pequeño hueco en el altar donde encender una vela en su honor
- Una pequeña oración que recitar antes de usarlo en la práctica mágica o medicinal
6. Documentar toda la experiencia.
En el momento puede parecer que recordamos todo, pero con el tiempo se olvida, y más aquella información que no pertenece a nuestro mundo, como ocurre con los sueños, por lo que es importante escribir todo lo que aprendemos, mensajes y prácticas para poder recordarlo la próxima vez que trabajemos con este aliado. El libro de las sombras es un buen sitio para guardar esta información.
Con todo esto ya podéis empezar a trabajar con los espíritus aliados. Realmente no hay límites, todo esto se puede utilizar para trabajar con un lugar, un mineral, animal, objetos mágicos, otros espíritus.... Lo más importante es mostrarles ese respeto y compromiso.
Espero que os haya sido de ayuda y os animéis a profundizar en esta práctica que puede ser muy útil en el camino de la magia y la brujería, pero también en la espiritualidad y el día a día.
Y por supuesto, sed libres de crear vuestras propias formas de comunicación y sistemas de trabajo.
Lo importante es que os sirva y sea útil.
... y que felices nos volvamos a encontrar.
Comments