Estaréis de acuerdo conmigo que la luna llena tiene una energía mágica y que nos hace quedarnos embobados mirándola. Especialmente aquellos que sentimos una inclinación por el mundo de la magia. Quizá con este post entendáis un poco más el por qué.
¿Qué sucede?
Sabemos que podemos ver la luna porque esta refleja la luz del sol. Durante la luna llena, nuestro planeta se encuentra situado entre el sol y la luna, de modo que la cara iluminada de la luna es visible para nosotros. A este fenómeno también se le conoce como plenilunio.
La luna alcanza el 100% de iluminación aproximadamente el día 15 de su ciclo. Además, está visible durante toda la noche.
En el momento de luna llena, es cuando pueden ocurrir los eclipses y las superlunas.
Su energía
En este momento la energía está rebosante y en su punto máximo. Es por ello, que los pueblos antiguos celebraban los esbats, celebraciones de luna llena. Era uno de los mejores momentos para llevar a cabo los rituales y trabajos mágicos.
Dentro de los 8 sabbats de la rueda del año celta, Imbolc, Beltane, Lughnasadh y Samhain, se celebraban durante la luna llena del mes correspondiente. Esto tiene mucha lógica, pues estas celebraciones estaban asociadas a la cosecha, y en este momento, no solo la energía a nivel espiritual se encuentra en su apogeo, si no que la de la tierra también. En las plantas, en este momento lunar, la savia se concentra en la parte alta del tallo, hojas y copa (que son las partes que nosotros solemos recolectar).
En el folclore asociado a la luna, se pensaba que esta fase provocaba problemas para conciliar el sueño, aumentaban los poderes en criaturas como los licántropos (los cuales se transformaban totalmente en lobos), las brujas eran más poderosas, y podía provocar demencia (de ahí surge el termino “lunático”). No es de extrañar que pensaran así, pues que la energía sea más fuerte y llegue a su climax nos afecta, a veces para bien, otras no tanto.
En la magia
No hace falta que os diga que la luna llena y la brujería van de la mano ¿verdad?
Cuando realizamos un trabajo mágico o un ritual, lo que estamos haciendo es dirigir la energía a un objetivo, manifestarla en el plano físico o celebrar que está ahí. Obviamente, si vamos a trabajar con energía, el mejor momento será cuando esté en su momento más alto.
Cabe destacar que esto no es así siempre, que para algunos rituales o hechizos concretos, usamos la energía de diferentes fases lunares. Tenéis una pequeña guía en el post de los ciclos lunares.
A las celebraciones de la luna llena, se las conoce como Esbat. Son fiestas menores en las que se celebra la vida, los logros de ese mes, la naturaleza…
Se aprovecha para tomar baños de luna, cargar los cristales, honrar a las diosas y dioses, preparar agua de luna (tenéis un video en Instagram de como hacerlo) y todo aquello que implique una celebración.
Representa dentro de la triple diosa, a la faceta de la madre.
Los nombres de la Luna
El plenilunio de cada mes, recibe un nombre diferente. Varían del hemisferio norte al hemisferio sur, pues en ciertos casos, están asociadas a la cosecha. Depende de la cultura y la zona, recibe diferentes nombres. Cuando en un mes, tenemos dos lunas llenas, la segunda recibe el nombre de luna azul.
Os dejo al final del post una tabla con ellos y así podéis escoger aquel que más os resuene. Marco también en rojo los más populares y en naranja los que yo uso.
Asociaciones
Diosas: Selene, Rhiannon, Isis, Hera, Anann, Dana, Juno, Démeter, Gaia, Gea, Pachamama… (Y todas aquellas que tengan una faceta de madre)
Elemento: Fuego
Estación del año: Verano
Parte de la planta: Copa
Ciclo menstrual: Ovulación
Arquetipo: Diosa madre
La luna llena, en definitiva, es un evento fascinante. Os aconsejo que las noches de luna llena paréis, disfrutéis de todo lo que habéis conseguido, celebréis y de cara a la siguiente mitad de cliclo lunar, la parte menguante, lo enfoquéis para meditar, reflexionar, relajar y liberar todo aquello acumulado en la fase creciente.
Feliz encuentro
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