Últimamente, especialmente desde que llegó el otoño, he reflexionado mucho sobre mis prácticas, mi crecimiento personal, como entiendo la magia y la espiritualidad... Y esto también tiene que ver, inevitablemente, como os transmito a través de las redes sociales todo esto
Desde que me mudé a Toledo, muchas cosas han cambiado para mi. Lo primero es pasar mucho más tiempo en la naturaleza, ya que el cambio de vivir en una gran ciudad de Madrid, a un pueblo de menos de 600 habitantes de Castilla es considerable. Y uno de los cambios más notables es la conexión con mis raíces y ancestros.
Siempre me han gustado las historias familiares, saber de generaciones anteriores a mi, ver las fotos antiguas y hablar de las personas que ya no están. Pero era imposible para mi no conectar de una manera más profunda con mis ancestros una vez me mude aquí. Ya en pandemia, antes de la mudanza, había empezado a hacer mi árbol genealógico, pero todo era mucho más... mental podríamos decir.
La casa donde vivo es donde pasaba todos los veranos con mis abuelos, y donde antes estuvieron mis bisabuelos. Vivir aquí, arreglarla, darle cariño y estar donde ellos estaban, ha creado un nexo más fuerte y emocional.
Este Samhain para mi fue algo diferente. Ya trabajaba con ancestros desde antes, pero quise darle una vuelta y volcarme más en ello. Así que este Samhain, para mi no fue como otros, no hubo tantos rituales de transformación, de inicio de año o de adivinación. Tampoco tuvo un enfoque celta. Se lo quise dedicar a ellos y a los espíritus que nadie recuerda.
Durante el día 31, 1 y 2, estuve dedicada a renovar su altar, recopilar nuevas fotografías, implicarlos en mi práctica mágica, visitar todas sus tumbas (lo cual fue una experiencia, además mis padres se involucraron y es algo que recomiendo mucho, aunque nos llevara un día entero porque están en ciudades diferentes),
No me voy a extender con los rituales y actividades, pero si quería transmitiros que a veces la sencillez es más mágica que los grandes rituales. Siempre he sido muy ecléctica y me ha gustado inventar mis formulas una vez tengo interiorizado lo que he leído o aprendido. Y estos días siento que han sido transformadores.
Es por eso que creo que el enfoque que quiero darle a mi trabajo y a mi forma de transmitiros las cosas va a cambiar. Me gustaría hacerlo de una manera diferente, más intuitivo y a la vez sencillo.
Y eso también es bonito, poder cambiar tantas veces como sean necesarias para estar en sintonía con nuestro "yo actual".
Este año he sentido más que nunca el ciclo, la espiral que crece y crece pero pasa por puntos diferentes. No sé si para vosotros tiene sentido, pero es época de cierres e inicios, con la sensación de volver a un punto pasado (sensación de que el pasado se repite o que llegan a tu vida cosas de hace tiempo) pero con una visión nueva y adaptada a lo que somos. Y es inquietante pero una gran oportunidad de reflexión y trabajo personal.
Estas son algunas de mis reflexiones, y aunque quizá personales, me apetecía escribirlas, por si os pueden ayudar y para que también sepáis más de lo que hago. Así que, os animo a que durante este otoño, hagáis las cosas de manera diferente, que rompáis con actividades y hábitos que hacéis por costumbre. Es muy curioso ver las cosas que ocurren cuando nos movemos desde un lugar diferente.
Espero que tengáis un feliz mes de Noviembre.
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